miércoles, 15 de junio de 2011

"Si no nos dejan soñar, no los dejaremos dormir"


"África comienza en los Pirineos" es una de las muchas muestras de desprecio de lo europeo por lo español. "La leyenda negra de la conquista española" difundida por varios naturalistas del siglo XVIII es sólo otra de estas manifestaciones que ubican en la península ibérica lo más atrasado del ser europeo. La imposibilidad de que un ibero, en particular un español se adapte a otros lugares y otras lenguas ha dado origen al dicho francés de "hablas como una vaca española", es decir rumiando y rumiando, ininteligiblemente.
Por otro lado, es paradójico (más parajódico que pajaródico) que el tercer mundo de Europa -la puerta de Hércules al Mediterráneo- sea a su vez la cuna de la Modernida' (así, con eme mayúscula y sin de). De ser las puertas al gran Océano Atlántico a la crisis política que hoy la sacude y dispara el miedo de su insolvencia económica ha tenido varios milenios ya de historia. (sí, ya sé que la historia está totalmente desprestigiada) Ha sido el rincón más lejano de las conquistas fenicias, la puerta de oro de Cartago (que después con la Puerta de Oro otomana en el Bósforo daría perímetro al "mundo mediterráneo"), la cuna de los emperadores romanos Trajano y Adriano, quienes llevaron sus fronteras a su máxima extensión, la joya de las conquistas godas, sus tierras dieron reinos de industria y poder a fines del medioevo, etc etc etc.
Pero sobre todo, ahí nació la modernidad literaria: el siempre citado y rara vez leído (como ahora) Alonso Quijano, manchego. "Don Quijote partió hacia un mundo que se abría ampliamente ante él, al que podía entrar con libertad y regresar a casa cuando fuera su deseo..." nos dice Kundera (El arte de la novela). Ahí empezó la polifonía de la novela moderna, ni los Nibelungos, ni las sagas del Rey Arturo o Gargantúa y Pantagruel tuvieron esa liviandad por la cual Quijano podía estar completamente equivocado. Antes del Quijote, y a menos que fuera una tragedia, lo héroes no se equivocaban ni se peleaban con sus achichincles. Quijano podía salir y regresar siempre pendiendo de un hilo su retorno.
Ese sueño español, que también les costó ser tachados de mochos (que lo son), de rezagados (que lo son) y de premodernos (que paradójicamente también lo son) hoy se ha vuelto a hacer presente... "Si no nos dejan soñar...." no tiene sentido seguir manteniendo el orden. No, no habrá revolución, no cortaremos las cabezas... nos sentaremos aquí y nuestra presencia "no los dejará dormir". Ese es el trato ahora... háganle como puedan, ya no como quieran.
La caída en el bienestar europeo, desatada por la crisis griega, irlandesa y portuguesa, ha obligado a la frágil España a tomar medidas antipopulares, restringir el gasto social. Y pa colmo, el sastre de esas medidas es el Partido Socialista Obrero Español, el PSOE. El desencanto era evidente. Una casta -propiamente dicha- adueñada del sistema político y de las regulaciones del económico, donde no importan las siglas sino las tendencias del mercado.
A la par ser junta la primavera árabe, aplaudida frívolamente por Europa como si sólo viera la paja en el ojo ajeno. Y de repente ¡PUM! un sector de la "democrática" población española se declara indignado por una democracia que sólo sirve para legitimar el poder, no para incidir en él. 
Los españoles -creo- sueñan con un régimen que les permita soñar. Sueñan con que la izquierda se comporta como izquierda y la derecha como derecha, que el triunfo de un proyecto para toda España (aún con sus mismas resistencias y regionalismos) dependa de españoles y no de lo que se decida en Bruselas o Ginebra. Sueñan que el dinero que se gasta en hacerlos votar sea aplicado en la opción que eligieron. Sueñan pues, con que la democracia sea más al demo que a la cracia, que los funcionarios sirvan y no ejerzan poder. Sueñan con ser escuchados. Le tiran a cambiar el sistema en su actitud arrogante y hacer de la democracia una función pública.
Es sintomático, quizá, que ambos cartones sean de otro europeo también del "tercer mundo", el griego Michael Kountouris. De España y Grecia son los reyes españoles. A ambos países se les tiene una gran deuda cultural. Ambos, alguna vez la luz a la que Europa seguía son ahora pueblos pobres con pretensiones primermundistas. Ambos sueñan entrar en la Europa que culturalmente ayudaron a cimentar pero que política y económicamente siempre los ha marginado. Con eso sueñan por allá... Sueñan el futuro y luchan por su presente.


Kountouris 2 y 6 de junio respectivamente, 2011
Y tú, después de 40000 muertes, un Cordero merolico, el hankazo y el dopaje por clembuterol en el Tri... ¿a qué le tiras cuando sueñas mexicano?

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