jueves, 19 de agosto de 2010

1, 2, 3 probando

bueno... bueno... sí... sí... uno, uno, uno, uno, uno.... probando, probando... sí... sí
bueno, bueno, buenas tarde, aquí probando que esto exista de la mejor manera posible...
Queda formalmente abierto este blog cuyo nombre surge del acto más importante en la vida del ser humano, limpiarze la cavidad umbilical.
El ombligo, lugar que nos recuerda el cordón a razón del cual, y de ser posible, la mayoría busca regresar a la comodidad intrauterina, o en su defecto buscar una soga que no se rompa para colgarse y llegar a la comodidad -estilo David Carradine- de la "petite morte".
El ombligo y su limpieza, por otra parte, han permitido el progreso humano. Si Sócrates no hubiese sido asiduo fanático de su limpieza, probablemente nunca habría llegado a pensar lo que pensó. Lo mismo sucede con todo aquél que se considere (o sea considerado) pensador, artista, vago, o humanista. En la limpieza de ese pequeño nudo que nos contiene, evitando que las entrañas se salgan, uno puede desarrollar las hipótesis más banales, las sinfonías más espectaculares o los mejores guiones de la televisión abierta mexicana. En fin, el ombligo es vida antes de la vida, y el rascárselo muerte en vida.
"El ombligo como centro erótico" o "el ombligo de la luna" son sólo pequeñas muestras de la enorme contribución -constantemente ninguneada por partes más "populares" como el corazón, el cerebro o las anginas- que esa "mitad de uno" ha aportado a la cultura universal.
En fin, este blog se erigirá a partir de cavilaciones y epifanías obtenidas durante la limpieza de mi ombligo. Verán ustedes que mis escritos en este blog, como los libros de Chopra, las parábolas de Jesús, la sabiduría de Majarashi yogui o las bazofias de Germán Dehesa, comparten como inspiración única, el rascarse el ombligo.
Sean pues bienvenidos y permitanse leer mientras se asean la parte más noble de todo mamífero, el ombligo (aunque para efectos igual de placenteros, se les permite, también, rascarse las bolas)

1 comentario:

  1. También podemos comentar acerca de Arquímides que gracias a su ritual de limpieza decidió meterse a la tina para refrescar no solo su cuerpo sino también su mente con la finalidad de dar una respuesta correcta al planteamiento de la corona de oro.
    :)

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