Pa muestra de lo dicho en el título, podemos ver el proceso acelerado de descomposición captado por monero Naranjo (El Universal) en dos cartones. El primero, sobre estas líneas, muestra a "juan pueblo" en el inicio del mundial pasado (fue publicado exactamente el 11 de junio). Vemos al personajazo con chela en mano, y con el previo cocowash que lo codicionó a creer que sin futbol, y como en ciudad Juárez o Jalisco: La vida no vale nada.
No está de más recordar que ese día fue récord de narcoejecuciones, que se discutían las alianzas políticas entre seudoizquierda y derecha, que los seleccionados de este país jodido se habían gastado la millonada en técnicas sandwichticas en lugar de argumentos técnicos, tácticos propios del balón pie (los cuales a mi parecer se basaron en premisas futbolísticas equivocadas).
Además del desgaste físico, la desesperanza y la sosobra no tardaron en arribar, llegaron en el siempre jugado, jamás superado, cuarto partido. Los ratones verdes caían, como lo hicieran 4 años antes, contra Argentina. Pero para entonces, el récord de ejecuciones ya habia sido superado, el caso ABC, olvidado; los del SME definitivamente liquidados, etc. lo que nos lleva a pensar que si bien el futbol nos consumió la mente en esos 17 días en que México participó, la realidad nos consumió todo lo demás.
Así, lo que empezó como una fiesta, donde "hicimos historia" al no dejar ganar al anfitrión en su juego inaugural, terminó con la población atragantada de monchis y cerveza, llena de costras en la espalda y los glúteos de sólo levantarse para ir al baño durante los medios tiempos. Y lo peor de toda esa tragedia que haría sentir al mismisimo Dumbo afortunado, es que al regresar, el país seguía ahí... justo como lo habiamos dejado.
Las caricaturas de Naranjo fueron obtenidas de El Universal, los días 11 ("el fútbol") y el 28 ("estado de ánimo"), mientras que la de Magú, se tomó de La Jornada también el 28 de junio ("acabó el intermedio").
No hay comentarios:
Publicar un comentario