jueves, 3 de marzo de 2011

dos de guernicas....

Tengo un Guernica sobre mi escritorio. Es el cuadro que recuerdo desde hace más tiempo que ningún otro, y es de los que más me gustan de Picasso. Recuerdo que el que tengo sobre mi lugar de trabajo estaba antes sobre el piano casa de mi Sra. Madre y en medio de la sala cuando vivíamos en Santa Mónica. Es un cuadro pequeño de 70 x 30 cm, y le he quitado el marco que solía tener.  Me impactó cuando supe que era mural, viendo una foto de mi tía cuando lo visitó.



Siempre me ha llamado la atención de su desorden, la cara de preocupación de la ñora con la veladora; el grito al cielo de la madre y la chica de la derecha. 
Cuenta mi hermano, que cuenta la leyenda, que dicen, que cuando los franquistas entraron al estudio de Picasso, vieron con repulsión el mural
-¿Que quién ha hecho esta porquería?- preguntaron los falangistas
Pablo Picasso, se les quedó viendo con desprecio antes de espetarles tajantemente -¡Ustedes!-

Angel Boligán,"El Terrorista", El Universal, 3 de marzo, 2011
Las imágenes de Quino (la primera) y Boligán, recurren a esta referencia de la plástica del XX. En la primera una seño-encargada-del-aseo, cuyo carácter se ve espeso, es capaz de poner en orden el tan mentado cuadro, regresar a esa normalidad que el bombardeo destruyó. La señora hace una enmienda de la tragedia y pone a los animales en el establo  y a la chica de la veladora como maestra de pueblo, la espada rota se convierte en un símbolo de júbilo por los brazos abiertos que la sostienen. 
En el cartón de Boligan, más que enmendar lo ocurrido, presenciamos el momento antes del terror. ¿En qué momento la vista que asemeja un vitral en el cartón de Boligán se torna una pedacera de cristales, un vidrio roto? ¿Cuántos Guernicas no habrá habido en Bagdad, Cd. Juárez, Kabul, Belfast, desde que se pintó el cuadro? ¿De cuantos nos hemos enterado, o peor aún, en cuales habremos participado apoyando al terror?

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