Retehartos gringos salieron a festejar que Osama Bin Laden murió en una black op digna de PSP3. Obama mismo festejó el fin del saudí pero advirtió que, aunque estamos en un mundo definitivamente más seguro, la alerta terrorista estaba en niveles altos. Y es que todos sabemos que a diferencia de Telmex, Al-qaeda no depende de su gerente general, en este caso Osama. En la organización horizontal de Al-qaeda la muerte de la cara más visible no implica el fin ni de la organización ni mucho menos del terrorismo, sino -a lo mucho- la división y descoordinación entre las células militantes. Empero con Pakistán coludida hasta el tuétano con los talibán, con Afganistán en jaque y con la "primavera árabe" acaparando la atención de los gringos, la muerte del líder más buscado podría incluso suponer un respiro: los gringos deberán saber a medias quién es este nuevo líder -Saif al Adel- y cómo se ha logrado conectar en el ámbito internacional con células extremistas.
Tom Toles, New York Times, The Washington Post, 03
Payne, 02, gabacho
Aislin 02, Montreal
Nease 02, Canadá
Luojie 04 de mayo, China
Lo que sí es cierto es que:
Milt Priggee, gabacho, viernes 20
... la caca aún no llega al ventilador...
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