jueves, 5 de mayo de 2011

No hay pedo, sólo es un autowikileakazo



Desde el jueves 15 de febrero del 2007 y hasta el martes 14 de diciembre del 2010 estuve asistiendo -con regularidad poco usual en mí- a sesiones semanales de sicoanálisis.


Mi sicóloga, una señora bastante divertida es hoy, la persona que más a profundizado en mí. Sabe cada uno de mis miedos y deseos. Quizá no se esfuerce en saberlos, pero al menos los tiene apuntados y/o grabados cada pulsión y repulsión, cada vago plan que he esbozado y cada pesadilla que he tenido. 


Ahora que finalicé la terapia después de casi 4 años, en los cuales no sólo engordé, sino que pase de vato a chavo y ahora a adulto con capacidades específicas. He sentido nostalgia por la rutina de tirarme en un cómodo sofá hora y media a la semana, y como si fuera el confesionario de Big Brother, vomitar mis frustraciones, enojos, derrotas y fracasos o entusiasmarme oyendo mis planes, ideas, sueños y prospectos.


Quizá fui a una edad en que aún no acaban de traumarme los traumas que me aquejarán toda mi vida... y el ir a sicoanálisis así pudo hacerme consciente en tiempo real de cómo los traumas me van traumando. Aún así, siento mucha gratitud porque haya gente que esté dispuesta a oir los pedos de los demás sólo cobrando dinero. Yo no podría ser sicólogo, siento que me preocuparían en demasía los problemas ajenos, quedaría consternado por la ñora que se deprimió por su divorcio, por el padre que no sabe lidiar la muerte de su hijo, por el morro que se frustra por no ser popular en su escuela.


Sin embargo, ya acabé... a veces siento que quedé en la recta final, pero no terminé de sanar las heridas. 


Luego he descubierto que en verdad no sané nada, sólo inventarié mis pedos. Los ubiqué, catalogué y conocí el origen de muchos y el paliativo para varios. Pero me queda esa sensación de que pude haber seguido unos meses de este año. A veces se me quita ese pesar y sé que, aunque no arreglé nada en sí, el hecho de saber qué situaciones desatan ciertas actitudes mías me hacen más llevadera mi existencia conmigo.


En fin. Al terminar, la última sesión, que fue después de mi fiesta de cumpleaños en diciembre pasado. Le pregunté si pudiera darme mi expediente. Me dijo que sí pero que habría de dejar pasar cierto tiempo. El tiempo ha pasado, al fin hoy me ha mandado mi expediente (sólo el escrito, para el grabado debo ir a su casa con mi USB)... Originalmente tenía pensado leerlo con una o dos personas, que ya no se encuentras en mi panorama. Justo después he pensado en autowikileakearme y poner algunos de los registros que hizo de mí y  de mis sueños...


Sin embargo... a diferencia de Assange, estos no son pedos que vayan a quitar embajadores, sólo uno que otro pedo existencial y lo demás es paja sentimental y creo que casi indescifrable más que para mí... Aún no sé si postearé algo referente al expediente (más allá de esta entrada). Publicar mis rabietas puede ser más de hueva de lo que parece, así que evitaré hablarles de qué significó algún sueño para mí.. Elegiré los bizarros y esperaría que no se pusieran a ver figuras fálicas ni complejos edipescos quienes lo lean. Es, como toda mente, puro pedo, un gas que un día huele mal y al otro peor. Pero a veces uno la hace de apedo sólo por no saber de qué mas hacerla. Sería muy triste concluir que tras 4 años sólo hablé ya no se chaquetas mentales sino de flatos existenciales, por suerte creo que no es así y que sí ha habido un cambio en mí. Me siento más feliz, aunque hoy por hoy ande frustrado por la tesis, pero como todo pedo, es cuestión de soltarse y dejar salir todo.


Primero tendré que leerlo... después y en las cosas en las que no quede tan mal parado ni yo ni cualquiera de los que pueda leer este blog, empezaré mi autobalconeo.

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