La Rebelión de los Colgados.
Me quedo con dos párrafos de la novela de Bruno Traven La rebelión de los colgados, publicada en 1950. El libro da para mucho y sin duda cuando sean mis días de dar clases de historia en nivel básico será lectura obligada.
Ni él, ni ninguno de sus camaradas se había rebelado jamás. Ni siquiera habían osado cubrirse la cara cuando les era golpeada con un fuete. Los amos, los gachupines, los ladinos, los alemanes de los cafetales a quienes se llamaba chinos blancos, eran dioses contra los que un peón indio jamás había osado rebelarse. No era ni por cobardía ni por la esperanza de obtener piedad por lo que obraban así. Sabían que hay dioses y siervos y que el que no era dios sólo podía ser siervo sumiso y obediente. Entre estas dos especies no existía, tal vez, como intermedio, más que un buen caballo. Pero cuando el siero comienza a ser consciente de que su vida ha llegado a ser semejante a la de los animales, de que en nada les aventaja, es porque los límites se han rebasado. Entonces el hombre deja de razonar y obra como un animal, como un bruto, intentando así reconquistar su dignidad de hombre.
y...
...Yo sé lo que les digo, camaradas, la libertad puede perderse el mismo día que se festeje su conquista. No piensen que serán libres por el hecho de que su libertad se escriba en letras de molde y sea consagrada por la ley, por la Constitución o por lo que ustedes quieran. Nada se halla establecido eternamente sobre la tierra y sólo puede contarse con aquello que se renueva y por lo que se lucha cada día. Nunca depositen su confianza en un jefe, quienquiera que sea, cualesquiera que sean sus promesas y cualquiera que sea el lugar de donde venga. Será libre aquel de ustedes que luche cada día por su libertad u se la dé a guardar a nadie. Todos seremos libres si verdaderamente tenemos la voluntad de serlo y seremos siervos si permitimos que nos manden. No se ocupen de la libertad de su vecino, empiecen por ocuparse de la suya propia...
pp. 222 y 257 (les debo las imágenes... ya saben por qué)
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