miércoles, 13 de octubre de 2010

Todos tienen cola que les pisen I (Paresh)

Todos... todos tienen cola que les pisen


Omar, El Universal, 10 del 10 del 10 "Deporte nacional"


... pero cuando uno sabe el tamaño de su cola, critica los cuernos de los demás.
Aunque esta frase queda como dedo al anillo de los políticos mexicanos (jaja), en esta ocasión la pensaba más allá, hacia los mismos críticos. Es ya muy sabido que López Dóriga nunca dará una mala noticia de Memilio Azcorraga, ni Alatorre de Salinas... Pliego. Así, también podemos pensar que Reforma será parcial con el Grupo Monterrey y cuando una cloaca se destapa en contra del consorcio, dará prioridad a otros temas. Lo mismo aplica para La Jornada, Milenio (Milenio ni se diga, con Carlos Marín y Gómez Leyva se volvió La Gaceta Oficial de México), El Chamuco, etc.


En el extranjero aplica la misma formula, si hay cola pisable es mejor atacar fulminantemente a la yugular de los otros. El New York Times no sólo nunca mencionó la compra de un buen porcentaje de acciones por parte de Carlos Slim, tampoco documentó la mansión que este ricachón se compró hace unos meses junto al Central Park.


Y así, los ejemplos pueden formar una lista interminable... Sin embargo, me quedo pensando en dos moneros lejanos: Nath Paresh  del National Herald de Nueva Dehli, India; y Loujie editorialista de China Daily, en la capital, Beijing. Sé que más que una exquisités, es una de las ñoñeadas más grandes que me he aventado en este joven y casi moribundo blog, pero  permítanme explicarles...


Nath Paresh, 2 de septiembre, 2010, sobre la masacre de 72 migrantes centroamericanos.
Nath Paresh, indio e hindú según lo que se puede apreciar de su foto en http://www.cagle.com/ se ocupa de asuntos internacionales y locales en su viñeta que actualiza con envidiable regularidad. A mí me ha sorprendido las imágenes que ha usado para describir México y su violencia endémica. Por ejemplo, la siguiente imagen, nos da a entender ciertamente rasgos de su visión. Por un lado tenemos a un... cowboy, blanquito y hasta rubio cenizo castaño, que cabalga (ojo estereotipo) en un desierto al más puro estilo de Speedy González (Ojo estereotipo). Como si todo México fuera árido o sólo abarcara Chihuahua. El cowboy/ranger se queda atónito al ver la multitud de elementos en la arena que le indican (Index, de Pierce, eah! utilizo lo que he aprendido en mis seminarios de imagen) que una incontrolable e invigilable cantidad de personas han cruzado el desierto, mientras nuestro cowboy, de seguro se ponía su traje estilo charro.
Nath Paresh, 3 de septiembre, 2010.
Pese a que la imágen está basada en estereotipos ya conocidos, resalta de todas formas su desconocimiento de cómo se ven dichos estereotipos. Entre moderno y folclórico, el policía fronterizo logra dar a entender que México padece que su territorio sea tránsito de drogas que se dirigen al gabacho. Logra su cometido.


Por otro lado, si bien el que un indio hablara de México es triste por el tema que toca, no hay que dejar de lado que este monero toca una variedad insaciable de temas. Desde la oposición interna a Obama, las elecciones de Afganistán, las de Australia, las luchas del partido conservador japonés por imponer un candidato, etc. etc. etc. No más no tiene llenadera.
16 de abril 2010, sobre la proliferación de armamento nuclear.
Ahora bien, ¿A dónde caraxo quiero llegar con esta insulsa entrada? -se podría preguntar hasta el mejor de mis contados lectores-  Sencishito, lo que permite, o ha permitido a Paresh mantener una postura informada, neutral u "objetiva" sobre asuntos internacionales, es el hecho de que la India, si bien juega un papel mediano en el "concierto de las naciones", realmente es, por ahora una potencia regional; y de ahí que el monero asuma una posición "Distanciada" de los eventos que trata. De ahí que pueda criticar a Maradona, a Kim-Jong-Ill, el Tea Party, Sarkozy, etc. Si de pronto llegara a hablar sobre el conflicto entre Paquistán e India, se va por la tangente clamando la paz mundial. Y aunque muy velado es visible que los paquistanís no son de su total agrado. Aún así, logra llevar a buen puerto su comentario, pareciendo docto e imparcial.
Sobre la designación de Kim-Jong-Un como líder de Corea del Norte, 1 de octubre.


En cuanto a lo que esta entrada refiere, no sé si estén enterados de que  la Commonwealth (Comunidad de Estados que otrora formaran parte del Imperio Británico) suele organizar juegos al estilo olímpico. Pues resulta que en esta ocasión, 2010, le tocó a India organizar el festejo en la ciudad de Nueva Delhi. Canadá, Australia y otras excolonias de inmediato alzaron la voz, así de: "¡no ma!" Cobras en las habitaciones, caca en las albercas, serpientes en los vestidores, macacos que se comen a bebés, y un putero de indios (de la india)... Realmente no es del todo seguro hacer un evento de tal magnitud en un lugar donde las medidas de higiene son apenas superiores a la de los baños del metro Hidalgo un 28 de cualquier mes, a cualquier hora.


Gable, Canadá, Globe and mail, 8 de octubre, 2010.
Muchos caricaturistas de países pertenecientes a la Commonwealth se burlaron de las condiciones de higiene y organización que se padecían en la Sede. Criticaron además, que los responsables no se inmutaran por las quejas y que les parecieran éstas exageradas.


Y fue aquí que le falló el tino a nuestro gallo, Paresh. Su comentario al respecto fue poner a un tigre de bengala (¿o será ligre?) saltando sobre los obstáculos y dejando atónitos a los malparidos críticos malobrantes de su malparido país. Es, tan inverosimil como creer que comprar películas pirata dice mucho de quien eres. O sea, "¡No ma!"
Aquí les dejo el cartón de Paresh, donde, el sentimiento patriótico le gana a la vena crítica. No es tan malo si juzgamos, como decía al principio, que todos tienen cola que le pisen y alguien a quien respetan.
Paresh, 6 de octubre de este año.

A la próxima, además de que procuraré ser más sintético, analizaremos (realmente ustedes no tendrán ninguna participación, pero por mera cortesía los incluyo) a Loujie, dibujante chino, que ¡Ah! como da risa el condenado... ¡Abur!

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