El roto, El País, España, 4 de enero.
Bueno y, ¿qué pedo con este cartón?
Me recuerda al remedio del Abuelo Simpson contra la impotencia sexual (puse la versión gachupina, en parte porque tiene más calidad que la latina en el youtube). Aquel remedio milagroso que -a diferencia del mundo real- sí daba resultados. Sin embargo, se promocionaba -como ya ven- a partir de la mentira de que Homero no conocía a Abe, de ahí que al cuestionárseles el porqué salía su cara en la etiqueta, empieza la persecución.
Algo así implica este cartón de El roto. Siendo él un viñetista que frecuentemente oculta las caras de sus retratados para enfatizar lo sombrío de sus situaciones, en esta ocasión la etiqueta de su pócima crecepelo tiene un retrato fácilmente identificable como de Mariano Rajoy.
La viñeta habla muy bien del desazón económico que se vive en España, en particular tras las recientes elecciones en que zapatearon al PSOE de Zapatero, por su pésimo y antipopular manejo de la crisis. Pésimo para un "izquierdista" como Zapatero (que hay que recordar llegó al poder en gran parte debido al voto del miedo producido por los ataques de Al-Qaeda en suelo español); mientras que se veía en Rajoy a un liberal de derechas capaz de remediar la crisis e incertidumbre que atraviesa su país.
El milagro acabó en la agudización de las medidas impopulares que ya esbozaba Zapatero, los recortes en servicios y programas culturales, es decir, la votación que pretendía hacer crecer el pelo de la prosperidad, aceleró la caída de la calificación de Moody's. Rajoy ha anunciado los recortes y las cifras del déficit que alcanzará España este año. Al parecer la aceleración se alimenta de la indignación los indignados.
El roto apoyó dicho movimiento, pero quizá ahora se da cuenta que allanó el camino a la mayoría del PP. El caldo salió más caro que las albóndigas. El crecepelo produjo calvicie. ¡Si tan solo la vida fuera como en Los Simpsons!
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