Omar 3 de marzo, "Homenaje a Chespirito", El Universal.
Chespirito viene del diminutivo castellanizado de Shakespeare. El crítico de arte y defensor de los derechos de la mujer, Roberto Gómez Bolaños eligió dicho mote como nombre artístico. El fin de semana pasado, mientras él estaba en el hospital se le hizo un homenaje en varios paises de América Latina.
Yo de niño veía su show "Chespirito" y siempre me gustó más que "El chavo del ocho". Al "Chavo" lo encontraba aún más simplón que a personajes como el Dr. Chapatín o el mero mero, el "Chómpiras". Y aunque hoy en día me avergüence aceptar que era fan de Chespirito, he de reconocer que entiendo el porqué logró tanto éxito en el mundo de habla hispana en su tiempo: los '70 y '80.
Kabeza, 3 de marzo, Milenio.
En países conservadores, con dictaduras militares o perfectas, el humor blanco, apolítico y de valores tradicionales que tenía el Chespirito fue considerado inofensivo. Tal vez apendejante, pero incapaz de generar inestabilidad y crítica política o social. Antes bien, promovía la pobreza como la virtud de la humildad. El Chavo era un lumpen que se sometía a la burla de otros niños de condición menos paupérrima y al maltrato de los mayores, quienes a su vez se escondían despavoridos del casero, el Sr. Barriga.
Todo el corpus social latinoamericano existía o cabía en la vecindad del chavo; desde la madre soltera que se consideraba de la high, el papá soltero (antes de César Costa), la aristócrata venida a menos, hasta el profesor de escuela como ícono satirizado de la transformación social (Al menos en México, el profesor de primaria gozaba en los setenta del prestigio de ser un comprometido con la sociedad, ahí tienen "El Maestro" de Cantinflas si no me creen).
Rocha, 5 de marzo, "El país del CHAPOlín", en La Jornada.
Mientras en Inglaterra comediantes como Monty Python podían burlarse de la reina y los beatles, aún así se evitaban conflictos. En Estados Unidos, Jerry Lewis, y la comedia televisiva también gozaba de ciertas libertades protegidas por su propia constitución. En América Latina el poder seguía controlando los medios haciendo que la comedia se despolitizara como en el caso de Les Luthiers o el mencionado Chespirito, o que la sátira se restringiera a hojas volantes y anónimas. ¡Ojo! Ser apolítica no hace mala a la comedia, ya he dicho que el personaje del Chómpiras lo recuerdo con gusto y las canciones de Les Luthiers siguen haciéndome reír como cuando las oí por primera vez.... (hace como 2 años jajaja); pero genera un humor basado en gags poco elaborados.
Después de El Chavo y Chespirito, Gómez Bolaños hizo teatro y hasta un libro de poemas le fue publicado. Ya chocho dió el giro conservador que suelen hacer los mexicanos ilustres cuando chochean (Diego Rivera, José Vasconcelos, Javier Aguirre, Molotov, etc) y promovió al PAN, se mostró contrario a la legalización del aborto en todos los casos y dijo -en el colmo de la chochez- que el Guernica no podía ser considerado como obra de arte.
En fin. Ahitán los cartones que sobre él se hicieron este finde.
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