domingo, 23 de octubre de 2011

Ya valió ver... Gadafi

A veces pareciera que los moneros mexicanos no se dan abasto con lo que sucede -para bien o para mal- en el país. Ha habido algo así como una especie de aislacionismo que los fuerza a tratar sólo temas de México y, a lo mucho, de Estados Unidos.
Pocas veces se voltea la mirada fuera del Rancho Grande. La mayoría de las veces -a lo interno- son comentarios gráficos negativos, referentes a la corrupción, la guerra contra el narco, la economía, el PAN, el PRI, el clero, los gobernadores, PEMEX y un bochornoso y aburrido etc.

Ángel Boligán, "El verdadero Objetivo", El Universal, 22 de octubre.

Así pues, la "Primavera árabe" no ha sido tocada más que de forma superficial. Aunque ha coincidido en lo que he visto de otros moneros de otras latitudes: Señalan que hay revueltas en X o Y país. Hacen dos o tres cartones de ello, de preferencia se le echa caca al Tío Sam, aliado de los ahora repudiados dictadores. Poco después otra noticia de mediana relevancia ocurre y el país en cuestión pasa al olvido.

Antonio Helguera, "Ejecución a la mexicana", La Jornada, 22 de octubre.

Así pues, la "Primavera árabe" que empezó en Túnez, logró mantener la atención del espectador porque casi de inmediato se propagó a Egipto. Ahí, Hosni Mubarak cedió pronto, y el conflicto infectó Libia. Gadafi no se dejó caer tan fácil (o como Noroña diría, "no se dejó agarrar la pierna") y se defendió ciudad por ciudad. Cuando más violento se ponía el conflicto ¡PUM! que tiembla en Japón y que Fuck-ushima soltó a Godzilla. Después de eso, vino el escándalo de Dominique Strauss-Khan, y luego cualquier otra cosa. Los moneros mexicanos regresaron a sus temas de la inseguridad y la violencia mexicana y, aunque se sabía que la OTAN bombardeaba Libia dos tres seguido, el hecho de que aquí alcanzáramos 50, 000 muertos opacó cualquier cartón que se dedicara al medio oriente.

Nerilicón, "Cae Gadafi", El economista, 21 de octubre.

Hasta la semana pasada que, de repente, ayudados por el BND alemán, los de RBD-Libia llegaron a ver Gadafi en una cloaca. Y no, no hacía negocios con el hermano del alcalde de Monterrey, se escondía. Fue capturado e ingenuamente pidió que no le dispararan. Ilógico ya que él había expresado cuando aún tenía poder que aplastaría como a cucarachas a los de RBD. Entonces sí, los moneros mexicanos de varios periódicos volvieron a narrar la conclusión de Muammar Gadafi, no sin que algunos volvieran a echar caca al Tío Sam.


Paco Calderón, Reforma, 21 de octubre.

Total, todos sabemos que en una semana algún escándalo global, pero más seguramente uno local nos volverá a llenar de humo los ojos, las bocas de risa y las mentes de caca.
Q.E.P.D. Muammar Gadafi.



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